Iglesia de Dios un Hogar para Todos

¿Quienes Somos?

Somos una comunidad de creyentes independientes, comprometidos con la enseñanza y la práctica de la fe cristiana según las Sagradas Escrituras. Nuestra iglesia no pertenece a ninguna denominación específica, lo que nos permite centrarnos en la esencia del Evangelio y en la relación personal con Dios.

 

Declaración de FeDescargar Pdf

En Iglesia de Dios Hogar para Todos, creemos en la importancia de una fe viva y activa que se manifiesta en el amor y el servicio a los demás. Nos esforzamos por ser un refugio espiritual donde todas las personas, sin importar su trasfondo, puedan encontrar paz, esperanza y una familia en Cristo.

Nuestra misión es glorificar a Dios, edificar a los creyentes y compartir el mensaje de salvación con el mundo. Nos guiamos por los principios de la Palabra de Dios y buscamos vivir de acuerdo con los mandamientos de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador.

Como herederos de la Reforma y la enseñanza bíblica, teológica y evangélica, arraigados en el ímpetu liberador del Evangelio de Jesucristo (Jn 8, 36) nos presentamos como una comunidad dispuesta a dar un firme testimonio del mismo en cualquier lugar y circunstancia. Nuestro credo es y será siempre un credo abierto. Y externamos nuestra:

13 Declaraciones

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Declara con nosotros

Nuestra declaración de fe es un reflejo de nuestras convicciones fundamentales y nuestra comprensión de las Escrituras. Creemos en la inspiración divina de la Biblia, la salvación a través de la gracia de Dios, y el poder transformador del Espíritu Santo. Afirmamos el señorío de Cristo y la misión de la iglesia de adorar a Dios, predicar el evangelio y servir a la humanidad. Estas creencias nos guían a vivir en fe, unidad y servicio, esperando la redención final y la renovación continua de toda la creación.

Primera declaración

Creemos y afirmamos la convicción de que Dios se ha revelado como padre en la historia y que en ese carácter ha manifestado su soberanía, amor, justicia y bondad para hacer sentir en toda la creación su presencia bienhechora sin distinciones de ningún tipo (Juan 3:16 -), la cual debe enfrentar, aquí y ahora, los obstáculos humanos y estructurales para su adecuada comprensión y aceptación. En un solo Dios, eternamente existente Creador y Sustentador del universo, quien en Su infinita sabiduría y amor planeó la redención de la humanidad y la llevó a cabo mediante Jesucristo.

Segunda declaración

Por lo cual, expresamos que el amor divino nos apremia para reflejarlo en nuestra comunidad de fe (2 Co 5,14-15), la cual, desde su pequeñez y finitud (Mt 25, 31-46), asumen responsablemente dicha tarea con la confianza que les producen las promesas divinas sobre su cercanía y acompañamiento. Con ello manifestamos la abierta predilección de Dios por la niñez como símbolo y realidad de su Reino.

Tercera declaración

Subrayamos el compromiso por encaminar continuamente nuestras acciones en el sentido de que sean resultado de un discernimiento profético de los tiempos presentes y futuros a fin de situarnos ante los desafíos a que tales esfuerzos nos conduzcan.

Cuarta declaración

Afirmamos la convicción de que en Jesucristo, el hijo de María la creyente y del Espíritu santo, y ese Dios de los migrantes Abraham, Sara y Agar (Gn 21, 8-21), así como sus demás representantes y compañeros en el pacto bíblico, se manifestó plenamente con el propósito de conseguir que la vida de todos los seres sea digna y completa (Jn 10, 10), con todos los beneficios obtenidos por esa vida de testimonio auténtico que lo condujo a una muerte ignominiosa en la cruz, perpetrada por los poderes establecidos (Col 2, 13-15), pero que gracias a la resurrección ha sido capaz de renovar la esperanza y la acción de su pueblo en el mundo.

Quinta declaración

Afirmamos la convicción de que en Jesucristo, el hijo de María la creyente y del Espíritu santo, y ese Dios de los migrantes Abraham, Sara y Agar (Gn 21, 8-21), así como sus demás representantes y compañeros en el pacto bíblico, se manifestó plenamente con el propósito de conseguir que la vida de todos los seres sea digna y completa (Jn 10, 10), con todos los beneficios obtenidos por esa vida de testimonio auténtico que lo condujo a una muerte ignominiosa en la cruz, perpetrada por los poderes establecidos (Col 2, 13-15), pero que gracias a la resurrección ha sido capaz de renovar la esperanza y la acción de su pueblo en el mundo.

Sexta declaración

Y subrayamos el compromiso por unirnos vivamente a la actuación divina en todas las esferas que estén a nuestro alcance como la tarea central a la que somos llamados y convencidos por la fe en Jesucristo como Señor y Salvador de nuestra existencia. Por lo tanto, dialogaremos con la ciencia en sus diversas formas y aportaciones como parte de la vocación cristiana de “examinarlo todo y retened lo bueno” (1 Tes 5, 21).

Séptima declaración

Afirmamos la convicción de que el Espíritu de Dios es el que, con base en las promesas de Jesús, nos bautiza, sella y enseña (Jn 14, 26; Ef 1, 13-14), conduce el destino de su iglesia en el mundo (Ap 2-3) y despierta las mentes y corazones de las personas, organismos e instituciones para sumarse al proyecto de transformación radical de las estructuras humanas corruptas e injustas.

Séptima declaración

Afirmamos la convicción de que el Espíritu de Dios es el que, con base en las promesas de Jesús, nos bautiza, sella y enseña (Jn 14, 26; Ef 1, 13-14), conduce el destino de su iglesia en el mundo (Ap 2-3) y despierta las mentes y corazones de las personas, organismos e instituciones para sumarse al proyecto de transformación radical de las estructuras humanas corruptas e injustas.

Octava declaración

Por lo cual, expresamos que ese mismo Espíritu nos desafía, al interior de su iglesia, a que juntos, hombres y mujeres de todas las edades, condiciones y culturas, como parte de un sacerdocio compartido, a aplicar sus dones al servicio, donde quiera que este sea requerido, y a acompañar solidariamente las causas humanas justas y transformadoras de la realidad marcada por la violencia, la injusticia y la muerte, a fin de establecer la paz con justicia en este mundo mediante prácticas de no violencia activa. Estaremos siempre dispuestos a dialogar y cooperar con todas las confesiones, tradiciones y movimientos cristianos.

Novena declaración

Y subrayamos el compromiso por generar estilos de vida derivados del trabajo del Espíritu en nuestro mundo y así hacer visibles sus beneficios en el cuidado de la creación, llamada a la renovación continua, mientras esperamos su redención final (Sal 103, 29-30; Rom 8,19-23).

Décima declaración

Creemos en la inspiración divina de las Sagradas Escrituras, verdaderas, más no inerrantes. En ellas está la Revelación de Dios al hombre para la transformación del ser humano.

Décimo primero declaración

Que todas las personas son pecadoras y no pueden salvarse a sí mismas. La salvación es recibida como un don gratuito de la gracia de Dios, aparte de las obras, a través del arrepentimiento y la fe personal en la obra redentora de Cristo y el poder regenerador del Espíritu Santo

Décimo segunda declaración

Afirmamos que Cristo prescribió dos ordenanzas que confirman la fe en Él: 1) el bautismo, precedido por una confesión de fe en Cristo y arrepentimiento, que simboliza la unión inicial del creyente con Cristo por la muerte a los pecados, la sepultura (inmersión) en agua y la resurrección a una vida nueva; y 2) la Cena del Señor, un memorial anual de la muerte de Cristo en el que los creyentes comen el pan y beben de la copa, símbolos de Su cuerpo y sangre. Extendemos la caridad hacia aquellos que pueden observar la comunión en otros momentos. Este servicio de comunión demuestra comunión con nuestro Salvador hasta que Él venga de nuevo. Se acompaña si es posible del lavatorio de pies.

Décimo tercera declaración

Creemos que la Iglesia en las Escrituras es un cuerpo conformado por creyentes que tienen la fe de Jesús y le siguen. Bajo el señorío de Cristo y la autoridad de su Palabra, la iglesia existe universal y localmente con el propósito de adorar a Dios, predicar el evangelio, nutrir a los creyentes y servir a la humanidad. Los cristianos deben participar en la misión de la iglesia mediante el servicio a los demás y el compañerismo con los creyentes.

Estamos Ubicados

4624 US-220 4624 US-220, Summerfield, NC 27358, EE. UU.

Te invitamos a unirte a nosotros en nuestras reuniones y eventos . Nuestra iglesia es un lugar donde puedes encontrar comunidad, apoyo y crecimiento espiritual. Nos encantaría conocerte y darte la bienvenida.

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